La piel de caballos es una parte fundamental a considerar para su cuidado, y es que al igual que sucede con nosotros los humanos, es el órgano más grande del cuerpo, además de ser el encargado de salvaguardar en este caso, al equino, de la acción por parte de agentes externos.
En ese sentido, el bienestar del caballo depende en gran medida del hecho de tener una piel saludable y en un óptimo estado.
Por esta razón, desde Hispalabs te invitamos a continuar leyendo, ya que en este artículo encontrarás una pequeña guía no sólo sobre el cuidado de la piel de caballo, sino que también otros puntos para entenderla a fondo.
Conociendo la piel de caballo
Es bien sabido que la piel de caballo mide alrededor de cinco a diez metros cuadrados, siendo este el órgano de mayor dimensión en este animal, y claro, claro se encuentra sometido a toda clase de influencias internas y externas, las cuales pueden alterar su equilibrio.
Las enfermedades que afectan la piel de caballo pueden resultar infecciosas o no, y si bien en la mayoría de casos no conducen a la muerte del equino, son muy molestas para él, en especial si se acompañan de prurito.
En ese sentido, los problemas en la dermis de los caballos sí que tienen esa capacidad para afectar incluso, la apariencia en todos los sentidos del caballo, llegando a significar una incapacidad real para el caballo poder realizar sus actividades cotidianas, y por ello es necesario actuar con rapidez.
Aunque las sintomatologías de la gran mayoría de enfermedades sustancialmente son muy similares, toros tratamiento bajo la autorización de un veterinario.
La importancia de garantizar la salud de la piel y el pelaje
Así como pasa con nosotros los humanos, la piel es el órgano más extenso del caballo, y es el primero que se somete ante las diferentes agresiones externas que pueden llegar a afectar el equilibrio de la epidermis y a raíz de ello, afectar la salud y el bienestar del caballo.
En ese sentido, la piel es la armadura del caballo, y a través de ella transpiran para poder regular su temperatura corporal al hacer sus diferentes actividades.
Por ello, es fundamental que, para garantizar el pleno bienestar del caballo empieces con una rutina de cuidado para su piel y pelaje.
Consejos para cuidar la piel y el pelaje de los caballos
Cuando un caballo no tiene alguna enfermedad interna o presenta problemas con síntomas relacionados con enfermedades en la piel, los problemas en esta se presentan por una falta de higiene importante, y es en esos casos en los que resulta necesario consultar a un veterinario para implementar las medidas correctas.
Estas son alteraciones que, como ya mencionamos pueden afectar el aspecto del equino y limitarles en lo que respecta a la movilidad del animal, o resultar en otros problemas graves de salud.
En ese sentido, es necesario tener en cuenta algunas pautas básicas para prevenir esos problemas, y mantener la buena salud de la piel y el pelaje del caballo, las cuales vamos a mencionar a continuación:
Contar con una buena rutina de aseo y adecuado cepillado del pelaje
Un aseo correcto evitará el desarrollo de diferentes patógenos, y un cepillado diario es clave para el cuidado del pelaje del caballo.
Factores como el sudor y la suciedad son una base importante de bacterias que pueden irritar la piel, y para ello mantener al equino siempre limpio es clave, el uso de manta, mantilla y vendas puede ser de mucha ayuda.
A los caballos les gusta el agua, y tener una rutina en ese sentido es positivo no sólo por la higiene, sino que también por esa conexión entre el cuidador y el caballo que se genera.
En ese sentido, luego de una sesión de ejercicio es conveniente realizar el aseo correcto con agua tibia y limpia, de modo que el animal además de relajar su musculatura, se evitará el desarrollo de patógenos que le pueden afectar de forma negativa a la piel del caballo.
Asimismo, para disminuir los riesgos por alergias después de cada lavado, se aconseja aclarar la piel del equino con agua limpia para eliminar los restos de jabón y champú utilizados.
Es importante que tengas una planificación de la frecuencia de cada baño, pues hacerlo excesivamente también es contraproducente.
Además, prioriza el uso de productos de formulación suave, que respeten el equilibrio natural de su piel para evitar alergias o irritaciones.
Adecua las condiciones ambientales del establo
Factores como la humedad y el calor son perfectos para el desarrollo de hongos, por tanto, para evitar su propagación es fundamental que todos los caballos cuenten con su propio kit de aseo y material de monta, y claro, lavar y desinfectar regularmente los accesorios con los que más interactúa el caballo en el establo, además de garantizar una buena ventilación y entrada de luz.
Garantizar una dieta abundante en ácidos grasos Omega 3-6-9
Además de los cuidados externos, la dieta juega un papel importante, y en este caso, detalles como una sobre alimentación o en su defecto, deficiencia de nutrientes podrá hacer que tu caballo se encuentre más expuesto a padecer problemas en la piel.
En ese sentido, lo importante para cuidar la piel de caballos es mantener fuerte su sistema inmune, de modo que pueda combatir aquellas agresiones que desencadenan los problemas dermatológicos.
Por ello, garantizar una dieta con niveles óptimos de Omega 3, 6 y 9 marcará una diferencia importante. Además, no sólo va a estimular el sistema inmunológico, sino que también va a incrementar la viabilidad del equino.
La piel de caballos necesita de un cuidado especial, pues como vimos, no sólo está ligado a un buen aspecto y estética del equino, sino que también, al desempeño normal de sus actividades cotidianas.
Eso sí, ten en cuenta que puedes recurrir a la ayuda de profesionales en el tema cuando se trata de casos más complejos, recuerda que la salud del caballo es lo más importante.
Si deseas seguir profundizando acerca de la piel del caballo, aquí tienes un estudio que habla al respecto.